Quienes somos

Konvent ARTE

 

 

 

 

En el mismo edificio donde antes sólo se escuchaba la monótona letanía de la oración de las monjas, hoy suena el arte. Músicos, pintores, escritores… creadores de cualquier campo artístico se reúnen en este antiguo convento de monjas situado en la Cataluña central, en el eje del río Llobregat, en Cal Rosal (Berga, Barcelona) para experimentar con nuevas formas de expresión.

El edificio, del siglo XIX, formaba parte del conjunto arquitectónico y social de la colonia textil fundada por los hermanos Rosal i Cortina (Antoni, Ramon y Agustí).

«Con la crisis industrial textil, muchas fábricas de la zona cerraron con lo que muchos espacios quedaron en desuso, vacíos», explica Pep Espelt, fundador del espacio y su actual director. En 1992, las monjas abandonan el convento y el espacio es cedido a Espelt para «dar forma a un proyecto personal comprometido en sacar Cal Rosal del letargo social y en devolver la vida a estos espacios moribundos a través de la práctica artística. Un sueño hecho realidad», cuenta el director.

 

 

konvent

 

«Konvent trabaja a escala glocal y en una dimensión multidisciplinar. Esto quiere decir, que aparte de programar una agenda continuada de eventos artísticos sin frontera, ampliamos nuestras propuestas culturales al entorno más próximo. Esto incluye la dignificación, que abarca propuestas paisajísticas de land art y calçotades populares, pasando por la recuperación de nuestra memoria histórica relocalizando propuestas innovadoras de moda o creación musical disruptiva fuera de los escenarios más trendy, así como la necesidad serena de plantearnos de dónde somos y qué hacemos, que se traduce con propuestas de carácter más activista y de debate. Se trata, en última instancia, de un revulsivo cultural, que creemos necesario», concreta Espelt.

El lugar no cuenta con ningún apoyo económico de ningún organismo público. «La esencia del proyecto es la libertad, lo que implica renunciar a muchos de los requisitos de la gran mayoría de organismos oficiales», afirma el director del Konvent. «Esto incluye, también, el apoyo económico institucional. Konvent se autogestiona, tiene sus fuerzas centrípetas y centrífugas, una idiosincrasia particular que se ha convertido en un modelo de referencia».

 

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