
– Fins principis març 2025 – Tot l’any és Nadal –
Juanjo Sáez – Exposició Tot l’any és Nadal –
Estudié pintura en la escuela Massana. Mi ilusión era ser como Miró. Ser un pintor importante.
Recuerdo ingenuamente ir caminando por el Carrer del Carme, pasar por delante de la iglesia de Betlem y pensar que lo lograría cuando tuviera cincuente años. Ahora tengo cincuenta y uno y no soy como Miró, ni soy un pintor relevante, pero pinto, y la acción de pintar, muy al contrario del modo que pensaba que iba a suceder, no ha sido como una carrera, ha sido como una forma de volver al principio, de recuperar mi sueño, de volver a la Massana, lo he hecho cerrando un circulo maravilloso y que me hace muy feliz.
Pinto para conocerme mejor, ya va siendo hora de conocerme después de haber dado tantas vueltas. He tenido una vida muy movida, he visto muchas cosas, ha sido todo muy intenso, pero a raíz de tanto movimiento y sucesos terribles, también ha surgido mucho misterio que entender y he de admitir que también mucho mal estar.
El hecho de pintar me hace sentir bien, todo desaparece y vuelven a aparecer los mecanismos del niño que fui y dibujaba para escapar del agobio de la vida que me tocó, desarrollé una fuente de equilibrio que un día abandoné, aunque en el fondo no del todo porque siempre he dibujado y no deja de ser lo mismo.
Siempre me he dedicado a la creación y ese querer ser pintor tuvo de mutar en otras tareas más prácticas, que también me gustaban y que se convirtieron en mi porvenir, hacer libros, dibujos, viñetas, publicidad, diseño, he hecho prácticamente todo lo que se puede hacer con las herramientas que aprendí para sobrevivir. Cuando naces en un entorno pobre sabes que se ha de trabajar para comer y me lo monté muy bien.
Con cincuenta decidí volver a pintar, no lo decidí solo, no os voy a engañar, hago caso a las personas que considero que quieren mi bien. Me resistí mucho a volver a empezar, da miedo volver y no encontrar nada.
He vuelto al principio, la vida seguro que es eso, tenemos la manía de creer que todo transcurre en una linea y en realidad es un círculo y ahí es donde estamos bien. He vuelto al principio aunque nunca se vuelve igual.
Los viejos vuelven a ser niños. Todavía tengo tiempo.